Una de las figuras más utilizadas, pero que a la vez más preguntas causan, son los meses sin intereses en tarjetas de crédito. Para que puedas aprovecharlos al máximo, aquí te contaremos en qué consisten, cuáles son sus ventajas y cuándo no conviene usarlos.
Pago de contado, pero diferido
Explicar cómo funcionan los meses sin intereses es muy sencillo. Básicamente se trata de diferir o dividir el pago de un producto a plazos, pero sin añadirle interés. Es decir, es como el pago de contado, aunque en pequeñas parcialidades mensuales.
Por ejemplo, si queremos comprar una lavadora a meses sin intereses, los 10 mil pesos de su precio se dividirán entre el plazo, supongamos que elegimos 12 meses sin intereses (el número de meses dependerá de la tarjeta y la tienda). 10 mil pesos entre 12 meses nos darían como resultado un pago mensual de 833.3 pesos.
¿Cuándo conviene usar meses sin intereses?
Los expertos en finanzas personales recomiendan la figura de meses sin intereses solo en ciertos casos. Por ejemplo, cuando buscas comprar un artículo que sea duradero y que de contado difícilmente podrías pagar, como un electrodoméstico o una computadora.
En cambio, los meses sin intereses no son recomendados cuando piensas comprar un bien que durará menos que el plazo de pago. Por ejemplo, comprar comida a 6 meses sin intereses es un grave error, ya que es probable que la comida se acabe y tú sigas pagando la compra.
El problema de los meses sin intereses
Si bien todo parece muy atractivo, en realidad los meses sin intereses tienen un problema, no son accesibles para todos. Tener una tarjeta de crédito, hoy en día, no es tan fácil como parece, además de que los meses sin intereses se suelen liberar solo a clientes confiables para los bancos.
Existen otras opciones como los créditos departamentales los cuales nos ofrecen pagar a plazos, pero con un interés alto. También están los préstamos sin aval los cuales nos permitirán hacer la compra de contado, pagando una tasa de interés mínima por el préstamo.
